27.2.09

EL NUEVO ROL DE LOS BIBLIOTECARIOS

Texto a incorporar al glosario
El nuevo rol de los bibliotecarios
Discurso de Fernando Báez
10 de diciembre
Auditorio “Jorge Luis Borges”
Biblioteca Nacional de la República Argentina
Buenas tardes. Me siento un poco abrumado, ¿no? También como si todo fuera
parte de una equivocación. Siento que esto es un error, porque como le decía al
organizador Hugo García, si se toma en cuenta que el Departamento de Estado de
Estados Unidos ya me había creado un prontuario dentro del campo de los
bibliotecarios, me he sentido en general perseguido y hostigado, y es muy agradable y
paradójico encontrar que aquí no soy declarado persona “no grata” sino “grata” y eso
me llena de mucha alegría. Quiero manifestar por eso mi agradecimiento a todo el grupo
que participó en la realización de este concurso que lleva mi nombre y que realmente no
tiene que ver con un nombre sino con un símbolo ¿cierto?. Deseo decirles que es un
honor estar aquí, en esta Biblioteca Nacional de Argentina, que los militares no
pudieron arrasar para que hoy estuviéramos celebrando en una especie de ruinas
romanas como ha sucedido en otras naciones.
Es memorable que nos encontremos en este auditorio y discutamos sobre el tema
de la convocatoria, porque en todas las culturas y en todas las civilizaciones la
destrucción de libros ha estado presente, y en el caso particular de Argentina, llama la
atención que los más importantes intelectuales de hace décadas hicieron silencio ante las
quemas de libros que aquí se realizaron con tanta impunidad. No dijeron una sola
palabra. ¡Y todavía están en la calle, en este momento y por culpa de ese silencio, los
responsables de estos delitos, de estos crímenes de genocidio y memoricidio!. Valga
entonces mi invitación también para que esto sirva como una reflexión poderosa dentro
de este auditorio de tal manera que no seamos tan pasivos como esos intelectuales.
Si hay un aspecto que a mí me ha regocijado, cuando se me propuso que mi
nombre estuviese en el concurso, es el hecho de encontrar que hay bibliotecarios con
ese ánimo tan inclinado a introducir una discusión que va más allá del campo de la
especialización como tal. Más allá de la tecnificación, este es un oficio que demanda un
humanismo profundo.
Yo debo decirles que el tema de la destrucción del libros no es un tema de mera
erudición. Recuerdo aun el día que me invitaron a París, hicimos un evento sobre lo que
había sucedido en Irak, convocado por la UNESCO, donde participaban
aproximadamente veintiocho países y la delegación de Estados Unidos celebró mi
llegada al principio, estaban muy felices al conocer que yo me encontraba allí para
hablar del tema, pero cuando notaron que yo no iba a hablar de la destrucción de la
biblioteca de Alejandría, de los papiros de Calímaco, de sus famosos Pinakes, que
fueron los primeros ejemplos de bibliografía organizada entre los griegos, cuando
notaron que lo que iba hablar era de los crímenes que había cometido la administración
de Bush contra la humanidad, de los delitos cometidos por el Secretario de Defensa
Donald Rumsfeld al no advertir a sus soldados de la necesidad de proteger instalaciones
culturales, cuando eso sucedió, quiero decirles, señoras y señores, que la delegación de
los Estados Unidos me apagó el micrófono, y yo, que tengo ciertas malas costumbres de
mi época estudiantil, me subí a una mesa y comencé a gritar. A mí no callan. (Aplausos)
Aclaro que empecé a gritar porque el publico se sentía defraudado ante la
retórica incesante, y yo, con o sin micrófono, me dije que debía saberse la verdad,
porque por primera vez y para siempre tenemos pruebas de que Estados Unidos esta
incurso en delitos culturales, en delitos que realmente apuntan hacia el memoricidio.
Debo señalar que el señor George "Walker" Bush, así como Augusto Pinochet, que hoy
ha muerto, tendrá que pasar el resto de sus días perseguido por la justicia, perseguido
por una gran cantidad de gente que estará muy pendiente de que pague todos estos
delitos por los crímenes, no sólo cometidos contra Irak, en Afganistán, y otros pueblos,
sino también contra pueblos en América Latina, porque es responsable de distintos
acontecimientos políticos que han llevado a genocidios como en Venezuela cuando el
11 de abril del año 2002 intentaron dar un golpe contra el presidente Hugo Chávez y
francotiradores formados por la CIA dispararon y masacraron a la población en las
calles.
Debo anticipar, sin embargo, que es un largo camino el que debe recorrerse para
llegar a esto, y es importante que los bibliotecarios no estemos pasivos ante lo ocurrido
en la destrucción cultural de Irak. Si hay algo que me alegra profundamente es que este
auditorio abra ese debate, aunque apenas se abra. Quiero aclararles, en todo caso, que el
tema de la destrucción cultural tiene que introducirse como tema de estudio, como
fundamento dentro de los estudios bibliotecológicos en toda América Latina. He pasado
mis días, hasta hoy que llego a la Argentina, en el proceso de inaugurar cátedras en cada
una de las escuelas de ciencias de la información o escuelas de bibliotecología alrededor
de este tema y los invito a los que están presentes y a los grupos a que se motiven, a que
reaccionen con iniciativas de discusión, pues no se trata de un tema cualquiera. Es una
herida abierta en estas tierras.
El libro tiene unos cincuenta y cinco siglos, señores, según las estimaciones
arqueológicas, que no son por supuesto religiosas, esas estimaciones cambian, pero las
estimaciones indican que en el estrato Uruk IV, que queda en lo actualmente es Irak,
alrededor del año 3300 A.C se encontraron las primeras muestras de libros sobre
tablillas de arcilla, tablillas de arcillas que por cierto, en este momento están siendo
saqueadas. Hay que denunciar que las primeras tablillas de arcilla de la humanidad,
conservadas, fueron saqueadas del Museo Nacional de Bagdad, quiero hacer esta
aclaratoria antes de nada, o se destruyeron o desaparecieron, y siguen desapareciendo de
los asentamientos arqueológicos, pero da igual porque no están. Entonces, desde esa
fecha que he mencionado hasta hoy los libros han sido destruidos de forma sistemática.
Los primeros libros han sido encontrados destruidos no por inundaciones o por efectos
del tiempo sino por la mano del hombre, por conflictos, guerras, por las distintas etapas
en las batallas que existían entre una población y otra, es decir esto es lo que ha
predominado.
Creíamos que el acontecimiento más horrible en la destrucción de los libros
había sido el episodio protagonizado por los nazis el 10 de mayo de 1933, día en el que
no hubo, como se cree, una sola quema, a las doce de la noche en Berlín, donde esta
colocada un placa por cierto en la “Opernplatz”. Ese día infame ocurrieron diecisiete
quema de libros en distintas ciudades alemanas y participaron los mejores estudiantes.
Tengo, por ejemplo, la fotografía en la edición española de la “Historia Universal de la
destrucción de los libros”, que edita Destino, y en la foto aparece nada menos que
Martín Heidegger, foto que fue objeto de una demanda por parte de su familia, no me
imaginé nunca que su familia se ocupara de mi, pero lo cierto fue que fui demandado en
un tribunal en Alemania por publicar esa foto y divulgarla, y en esa foto aparece
Heidegger entregándole libros judíos a sus alumnos para que los quemaran. En suma, se
trató de un proceso muy complejo donde hubo complicidad de intelectuales muy
valiosos.
Esto quiero aclararlo, porque se creía que ese episodio era el peor de todos. Y
acabamos de ver, señores, que en Irak fueron quemados UN MILLÓN DE LIBROS en
la Biblioteca Nacional de Bagdad. Hace tres días hice la denuncia a través de todas las
listas de bibliotecarios que existen en el planeta, en ingles, en francés, alemán, japonés
en el idioma que sea, porque este tipo de denuncias las vamos a llevar a donde sea, y he
denunciado que Saad Escander, director de la Biblioteca Nacional de Bagdad, la nueva,
la que trataron de reconstruir los norteamericanos, me informa que hace una semana fue
asesinado otro bibliotecario, que se suma a los mil y tantos intelectuales asesinados en
Irak. Y me informa además que está cerrada la nueva Biblioteca Nacional y los
Archivos Nacionales, y es probable que Saad Escander deba huir de Irak. Lo cierto es
que los norteamericanos han dejado un desastre, pero también, y debo reconocerlo con
coraje, también es cierto que han perdido la guerra. SEÑORAS Y SEÑORES: es
cuestión de tiempo que Estados Unidos abandone Irak, porque ese país le ha dado una
lección de dignidad al mundo, de larga resistencia ante lo que significa una ocupación
grosera y memoricida.
Eso es muy importante tenerlo claro, y es de este tipo de temas que quiero
hablarles, entre otros muchos. El papel de los bibliotecarios ha cambiado en el mundo,
ya no somos simples referencistas, ya no somos aquel tipo de hombres o mujeres
silenciosos, que nos dedicábamos a cumplir un papel burocrático, que nos dedicábamos
a cuidar libros, tenemos un rol social fundamental en la sociedad de la información,
porque bien queda claro que la información es poder y esta en nuestra manos que ese
poder, esa información, no sea victima de la censura, de represión, y en esto han dejado
la vida numerosos hombres y mujeres. Quiero decirles que siempre se repite que los
periodistas tienen la profesión más peligrosa del mundo y es falso, pues han muerto más
bibliotecarios en el mundo que periodistas. Esto quiero dejarlo claro: en América Latina
han muerto y en África más bibliotecarios y archivistas que periodistas y que miembros
de cualquier otra profesión. Es una realidad lamentable.
Lo que ocurre es que el resto de las profesiones son más publicitadas y la nuestra
es una profesión descartada, sepultada en medio de la indiferencia, tanto es así que a la
hora de los presupuestos, a la hora de la toma de decisiones políticas, siempre el asunto
de las bibliotecas queda relegado. Pero hay que saber que si los represores queman
libros es porque saben la importancia que tiene el libro como vinculo de la memoria,
como vinculo que nos une de alguna forma al pasado, entonces, quiero insistir en que
nuestro rol cambió. No podemos quedarnos de brazos cruzados.
Y me siento orgulloso al saber que mi nombre ha estado asociado a una pelea, a
un combate internacional, y hoy les invito a todos a participar porque mis palabras no
son una simple charla. No se trata de que yo comparta con ustedes solo el honor de
pasar a intercambiar información, sino de decirles que ha llegado el momento en la
Argentina, aquí y ahora, de que no dejemos pasar en silencio lo que ha ocurrido en Irak
ni tampoco lo que ha ocurrido en la Argentina. A esta hora deberían estar siendo
procesados, en los tribunales, los responsables por censura, represión y destrucción
de libros en la década de los ochenta.
NADA DE AMNISTÍA, JUSTICIA, SEÑORES, NO VENGANZA (aplausos,
¡bravo! ¡bravo!), ES LO QUE NECESITAMOS, (aplausos) .. JUSTICIA... (aplausos),
repito, si algo pedimos quienes estamos al frente de este debate internacional es que los
responsables de todo lo que pasó en América Latina se encuentren ya siendo procesados
y es para ello que los invito y eso es imposible sin grupos de investigación, sin grupos
que documenten rigurosamente lo sucedido, HAY EJEMPLOS NOTABLES: HERNÁN
INVERNIZZI, JUDITH GOCIOL Y EL DE LOS GANADORES HOY DE ESTE
PREMIO. Hoy tenemos a un digno representante al frente de la Biblioteca Nacional de
Argentina, QUE ES HORACIO GONZÁLEZ, UN MILITANTE, UN HOMBRE QUE
HA DADO LA VIDA POR EL COMPROMISO, POR LA CULTURA. Yo creo que
éstos son ejemplos a seguir.
Lo que les digo además es que hay que elevar ese debate, no basta con dejarlo
aquí. Señores: lo que ha ocurrido en Irak, es un ejemplo de lo que viene para el mundo,
la única forma de que asumamos ese nuevo rol, ese nuevo protagonismo que nos
corresponde, es a través de una lucha constante POR LA MEMORIA, LA MEMORIA
SEÑORES ES EL VINCULO FUNDAMENTAL DE LA IDENTIDAD, NO HAY
IDENTIDAD SIN MEMORIA, el sesenta por ciento de la memoria de América Latina
ha sido saqueada, el noventa por ciento de los libros del siglo diecinueve en América
Latina corren el riesgo de desaparecer por falta de presupuesto, la negligencia es un
delito tan grave como el que cometen los represores y censores. Así que los invito a
tomar no, una actividad meramente proactiva, les pido que se activen en núcleos de
discusión y denuncia.
La Comisión de Homenaje Permanente a Bibliotecarios y Trabajadores de
Bibliotecas Víctimas del Terrorismo de Estado, que ha creado este premio, donde están
nuestros amigos Tomás Solari, Hugo García y Marcel Bertolesi, dan un ejemplo de lo
que significa apuntarle realmente al objetivo y es a eso a lo que los invito. No pretendo
hacer erudición de estos temas: han matado a demasiado bibliotecarios y archivistas en
el mundo, para que yo me ponga citar en este lugar a Borges, a Julio Cortazar o a
repetir, en este instante, toda la historia bibliográfica del tema.
Ya basta de lugares comunes y actitudes mansas. Ya basta de temores. Yo creo
que llego la hora de exigir justicia, de entender que debemos tener todos una actitud
responsable: el bibliotecario del siglo XXI es un luchador, el bibliotecario del siglo XXI
es un hombre capaz de dar la vida por la memoria, que es lo que a los pueblos les
garantiza un sentido de dignidad, porque deben saber que no hay democracia sin
memoria, no hay democracia sin justicia, y la justicia es imposible con el olvido.
Muchas gracias.
10 de diciembre de 2006. Ciudad Autónoma de Buenos Aires

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Programa de la asignatura

Objetivos del curso:
Que los alumnos que cursan
Utilicen habilidades y estrategias para el trabajo intelectual individual y grupal de manera responsable e independiente, dando cuenta en sus participaciones de actitudes colaborativas y comprometidas.
Distingan las propiedades de los textos escritos y audiovisuales en diferentes soportes, para la comunicación de conocimientos y apliquen las herramientas básicas para operar y resolver las situaciones problemáticas planteadas en cada área disciplinar de la carrera elegida.
Desarrollen habilidades para la búsqueda, comprensión, análisis y registro de la información científica.
Identifiquen problemas en torno a sus logros y obstáculos en el trabajo intelectual con contenidos afines a su objeto de estudio, y a partir de aquellos adopten y construyan andamiajes y apoyos apropiados para resolverlos.


Bloques de contenidos a desarrollar durante el curso:

Unidad I: Introducción. La vida universitaria. La indagación de las estrategias de estudio en los estudiantes. El conocimiento científico. La perspectiva del rol profesional y el perfil de egresado. Problemas reconocidos y propuestas para formar competencias científicas y comunicativas. Estrategias metacognitivas y metareflexivas en la organización del trabajo intelectual.

Unidad II: La comunicación del conocimiento científico en las universidades y en ámbitos de divulgación. Contextos, emisores, receptores y textos de información científica. Las funciones y las tramas. La cuestión disciplinar y sus abordajes. Metodología de la investigación.

Unidad III. La lectura en el nivel superior. Modelos de comprensión lectora que vehiculizan los diversos textos. Técnicas de producción y comprensión de textos. Las estructuras textuales. Macroproposiciones y la estructura del texto informativo.

Unidad IV: La escritura en el nivel superior. La producción de las comunicaciones de la información. Monografía, tesis, informes, ensayos y trabajos de divulgación. Exposición oral, discurso, conferencia, panel, etc. El plan y la escritura del trabajo. Fases para su desarrollo.

Unidad V: La perspectiva de la construcción colectiva de conocimiento. Dinámica del trabajo grupal, comunicación y redes colaborativas. Hipertexto. Las competencias que requieren las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Evaluación. Estrategias desarrolladas para afrontar las propuestas de evaluación.